ESCRIBIR Y OTRAS TERAPIAS | A ti, papel

   17:23          12-1-17

Era de las afortunadas personas que podían gritar sin abrir la boca, llorar sin lágrimas y hablar sin usar la lengua. Pertenecía a un grupo muy reducido, y saber eso la hacía sentirse especial.

Gritaba sobre el papel. Sus palabras lo rasgaban, manchaban y herían, pero era mejor eso a que se las quedara para sí, dejando que lo arañasen por dentro, luchando por salir. 

Lloraba sobre el papel. Las lágrimas lo mojaban y de nuevo lo manchaban, sustituyendo sus mejillas. Las lágrimas recorrían su rostro, pero nunca sabía dónde caerían. A veces aterrizaban sobre la hoja, extinguiéndose lentamente hasta dejar de existir. 

El papel quedaba ligeramente arrugado, como la cicatriz que ha dejado una herida.

Hablaba sobre el papel. Todo lo que quería expresar él lo escuchaba atentamente, sin juzgar ni opinar, guardando sus secretos.

Y, cuando escribía, inmediatamente se sentía en paz. Inmediatamente se sentía segura.

Lua.